Este fin de semana hemos estado en este maravilloso albergue, un caserón típico de lajas de pizarra desde el que hemos podido disfrutar de la Arquitectura Negra.
Íbamos con pensión completa o sea que antes de ir nos pusimos en contacto con ellos y Ana, una persona encantadora, nos puso toda clase de facilidades para que pudieramos olvidarnos de las comidas y así poder disfrutar al máximo de este maravilloso lugar.
No disponen de un menu especifico sin gluten pero Ana se ofreció a mandarnos el menú que el albergue daba ese fin de semana y adaptarlo al mundo "sin". Estuvimos viendo entre las dos cada plato, los ingrediente que llevaba y como podíamos adaptarlo para que nuestro hijo no tuviera ningún problema y pudiera comer lo mismo que sus amigos.
Compraron galletas, nesquik, le hicieron espagetis como tomate, costillas asadas, sopa de fideos, crema de calabacin, etc. Riquisimo todo!!!!
La gente del albergue nos ha hecho sentir como en casa. Muchas gracias.